Desde muy pronto ya ganaba el Málaga 2-0, con un juego inexistente, con una posesión de 38% jugando de local, con un equipo que sale ante su afición regalando el balón al contrario, sin pisar la parcela contraria con sólo dos disparos a portería. Y dos goles. La maldición de los ex-jugadores sevillistas volvía a repetirse con los dos goles de Salva Ballesta.
Teixiera tuvo mucho que decir en esa primera mitad concediendo en el minuto 6 un gol completamente legal a Squillaci para anularlo después a instancias de su linier. Ese gol era el cero a uno y eso por supuesto que influye.
El Málaga no está donde está de casualidad. Está donde está porque sabe lo que tiene que hacer y, en la mayoría de los partidos que disputa, lo que tiene que hacer lo hace muy bien.El premio final lo tuvo, no obstante, el único que quiso ganar el partido. Un punto que, visto como estaba el duelo, es de oro y brillantes con la derrota del Villarreal.
Ocasiones. Luis Fabiano varias, Kanouté otras varias, Capel, el gol legal anulado, Romaric, el disparo al larguero de Navarro, Jesús Navas… y sin embargo parecía que se nos iba el partido hasta que apareció la magistral calidad de ese chaval, Perotti, y en una magnífica jugada asistió a Kanouté para acortar distancias. Quedaba un cuarto de hora.
Cuando se ficho a “el monito” Perotti, quedó fuera del Mundial sub-20 de Canadá, pero hoy deslumbra en Sevilla. Su fútbol, su capacidad para revolucionar un partido tan cuesta arriba como el que teníamos ante el Malaga, dice mucho de sus cualidades. En el filial ya dejaba muestras, partido tras partido, de los muchos kilates que atesoran sus botas. Ahora lo empieza a demostrar en el primer equipo.
El empate llegó tras una gran centro de Adriano (que hoy se reinvindicó de lo lindo dando unos muy buenos 45 minutos en el lateral diestro) que machacó de cabeza, por fin, O Fabuloso a pocos del final.
Lo seguimos teniendo a ocho y a seis el Villarreal. No está mal después de todo.
Este equipo cuando carbura lo hace a las mil maravillas, grandes!!
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